El gobierno británico tiene el objetivo de lograr cero emisiones netas para el año 2050. El objetivo requiere que todos los sectores de la economía británica, incluyendo la agricultura y la forestación, hagan contribuciones. En 2019, el Comité para el Cambio Climático (CCC) encargó un estudio para investigar la aplicación de la modelación espacial en las especies de árboles y en la selección de sitios en Gales para conocer si su ambición de plantar 152,000 ha en Gales era posible.
El proyecto se concentró en dos especies de árboles; una conífera (abeto sitka) y una de hoja ancha (roble sésil). El proyecto se basó en los resultados del borrador de modelación del Programa de Capacidades, Aptitud y Clima del Gobierno de Gales en donde Environment Systems trabajó en colaboración con la Universidad de Cranfield y ADAS para modelar espacialmente las diferencias en la idoneidad de la tierra para el cultivo de 118 cultivos.
El estudio de caso de reforestación evaluó la aptitud del terreno para el roble sésil y el abeto sitka basándose solo en las propiedades biofísicas y en combinación con limitaciones jurídicas y normativas para la plantación de árboles. Se llevó a cabo una modelación espacial y un análisis estadístico para el escenario actual y para cuatro escenarios de cambio climático futuros: 2050 y 2080, bajo emisiones medias y altas de gases de efecto invernadero.
Este proyecto ha utilizado datos de la Clasificación de Tierras Agrícolas, el cual considera distintos aspectos de clima y propiedades de suelo, y asigna valores para cada factor ambiental. Esto clasifica la calidad de la tierra en términos de humedad, sequedad, pedregosidad y rocosidad del suelo, además de la inclinación de la pendiente y el clima de un lugar en general. Este conjunto de datos se complementó con modelado adicional llevado a cabo por Environment Systems para incluir el riesgo de heladas, exposición al viento y efectos de la niebla salina. También, se incorporaron los datos de Natural Resources Wales en los modelos.
Los factores biofísicos son claramente vitales para comprender donde es posible hacer crecer cultivos. Sin embargo, las decisiones legales y de política también ejercen un efecto muy real en los terrenos disponibles para producir cultivos. El proyecto ha considerado importantes limitaciones para la plantación de árboles, tales como áreas de turba profunda y hábitats prioritarios en donde la plantación de árboles no es posible actualmente (o no es deseable). También, se consideraron ciertas ‘sensibilidades’ tales como las de terrenos históricos y de acceso libre, en donde la plantación de árboles podría ser posible, sin embargo, es posible que se requiera planificación y consulta adicionales.
La modelación reveló que la aspiración del CCC de plantar árboles en Gales es alcanzable, sin embargo, es probable que requiera el uso de tierras que están por debajo del ideal biofísico, y que es probable que estén bajo la presión de usos de la tierra que compiten entre sí, tales como, la agricultura y la generación de energía. Cabe destacar que se cuestiona si el objetivo es suficiente para alcanzar el nivel necesario de mitigación climática dado que es probable que los índices de crecimiento de los árboles en tierras de aptitud limitada sean más lentos.
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